EXTREME MAN 226 SALOU: FINISHER DE UN IRONMAN!!!!!

Todo empezaba como un día cualquiera de competición, pero esta vez no fue necesario que sonara el despertador para levantarme, pues eran las 4 de la mañana y ya estaba despierto hacia ya un buen rato después de irme a dormir mas tarde de las 12 de la noche.

Tenía el estómago cerrado pero tenía que comer alguna cosa pues me esperaba un día largo, muy largo, así pues me preparé unas tostadas con mantequilla y mermelada y un plátano antes salir hacía Salou.

Llegaba a Boxes sobre las 05:00h para con tranquilidad proceder al pesado por parte de la organización y dejar listos los últimos detalles para que en las transiciones todo estuviera en su lugar y listo. Cuando todavía no había salido el sol, y en espera que llegaran las 06:30h, me comienzo a impregnar de vaselina y de crema solar protectora antes de enfundarme el neopreno y dirigirme definitivamente hacia la playa. Una vez en la arena de la misma playa en donde en tantísimas ocasiones había acudido durante mi adolescencia con los amigos, nervioso, observo un mar totalmente en calma, perfecto para la competición y decido meterme en el agua para comprobar su temperatura e intentar relajarme y concentrarme un poco, visionando el recorrido alrededor de las boyas y esperando que no hubiera medusas tal y como todo el mundo comentaba.

Ya sólo faltaban cinco minutos para que diera comienzo el reto que con tanta ilusión y sacrificio había preparado, estaba en la línea de salida de un IRONMAN, y que además era uno de los mas duros. Esperando los cañonazos de rigor, no podía dejar de pensar en todas las horas que había invertido en su preparación, pero sobretodo en esos días de invierno, a las 21:00h cuando salía a correr, o los Domingos a las 08:00h de la mañana cuando salía a hacer rutas en bicicleta de 4, 5 o 6 horas, con frio, lluvia, calor... Miraba al resto de triatletas y su expresión era diferente al resto de competiciones en las que había participado, era una mezcla de respeto y dudas ante el reto al cual nos íbamos a enfrentar cada uno de los participantes de esta locura. Suena el primer cañonazo, piel de gallina, suena el segundo, emoción, último cañonazo, ya no hay vuelta atrás, vamos al lio!!!!!!

Primera vuelta de natación

SWIM: Entramos al agua con tranquilidad y caminando, pues hasta unos 50 metros no se puede empezar a nadar debido a la poca profundidad, pero enseguida empezamos a dar las primeras brazadas y como siempre empezamos a recibir los primeros golpes y a darlos también, por supuesto. Esto si que no cambia, hasta la primera boya todo el mundo anda un poco nervioso para intentar coger su posición y ritmo, pero fue dar el primer giro a 250m mar adentro cuando se empieza a estirar el grupo y podemos empezar a coger un buen ritmo de crucero. Es cuando empiezo a comprobar que me siento muy cómodo, siento que me deslizo como antes nunca lo había hecho sobre el agua, empiezo a pensar que las horas invertidas en natación y cerca de los 160km de entrenamiento estaban dando sus frutos, observo que me mantengo en un numeroso grupo en donde me mantengo e incluso avanzo alguna posición para encarar la primera salida a la playa y dar por finalizada la primera vuelta de 1550m en poco mas de 25 minutos en donde ya estaban animándome los tres mosqueteros, los que me acompañarían durante todo el día dándome apoyo, Sergio, Carlos y Benito, al que también se unió Leal.

Acabando la natación

Así empezaba la segunda vuelta, esta un poco mas larga, de 2.250m, y las sensaciones continuaban siendo muy buenas, estaba disfrutando en el agua, algo impensable para mí, pues es el segmento el cual más me ha costado preparar, pero que a la postre se convertiría en el mejor parcial de los tres. Nadaba con la moral por las nubes e incluso me dejé llevar por la emoción y apreté los últimos 1.000metros para salir del agua con la sensación de haber hecho la natación de mi vida, con un tiempo de 1h02m. Que brutal la sensación de llegar a la arena, levantarte y pensar que ya has terminado la natación de un IRONMAN, estaba disfrutando como un niño.

La transición, sin la presión del tiempo de otros triatlones en los cuales es una lucha contra el crono , fue lenta, quizá un poco mas de lo previsto pero hoy no tocaba, intenté ser muy meticuloso en prepararme bien para encarar un sector que todo el mundo preveía iba a ser duro, muy duro, 180km con 2.700m de desnivel positivo, mas de 7h en bicicleta. Así pues, una vez preparado, me como un plátano y me dirijo a coger la BIKE, LA BECHIA BIANCHI, la que hoy no me podía fallar.

BIKE: Con ganas de afrontar el segmento de bici, después del su bidón de moral que había supuesto la natación para mi, empiezo a rodar los primeros km de los 180 que me esperaban. Pero a los pocos minutos de empezar con la bici, empieza a chispear, y todo apuntaba a que no se iba a quedar ahí, pues al rato empezó a diluviar, madre mía!!!!! pensé, si sigue lloviendo así esto puede tomar tintes épicos!!!!!! Incluso hubo gente que pensó en la retirada pensando en que no aguantaría una bici con la lluvia, pero afortunadamente después de aproximadamente 1h de diluvio, dejó de llover justo cuando ya llegábamos a pies del primer puerto del día, la Mussara, un puerto de 1ª categoría de 12km.

Subiendo la Mussara

La verdad es que me notaba con piernas y empecé el puerto con un fuerte ritmo en donde pasaba a muchos corredores, y en donde por primera vez el trío calavera me alcanzo con el coche para darme ánimos en la subida al puerto, a parte estaban publicando continuamente mis progresos en la prueba en mi perfil de Faceebook, como se lo curraron, que grandes!!!!

Así llegaba a coronar el puerto muy entero y aprovechaba para comerme ½ sándwiches antes de iniciar el largo descenso hasta llegar al km 70 en la población de la Poboleda. A partir de aquí, decido que voy demasiado rápido y que lo puedo pagar, así que decido bajar el ritmo ostensiblemente para no pagarlo después en la maratón o por miedo a coger una pájara (creo que fue una decisión acertada).

A pesar de subir un puerto de 1ª categoría, es sin duda la parte más fácil, pues lo realmente complicado empezaba ahora con los continuos toboganes y repechos hasta encarar la subida del segundo puerto del día, LA FIGUERA, con 7km constantes que después de 90km se empiezan a notar en las piernas. El sol empezaba a dejarse ver y los bidones cada vez duraban menos, era importante mantenerse hidratado y cada 15m me bebía ½ bidón de agua e isotónico. Llegaba a coronar el segundo puerto para llegar al avituallamiento personal del km 100 en donde realizo el aporte nutricional más importante del día, un sándwiches, un batido de frutas y un buen trozo de membrillo para encarar los últimos 80 km.

Subiendo las pendientes mas duras 20%

Fue después del avituallamiento personal cuando empecé a notar molestias en la rodilla derecha y decidí tomarme un ibuprofeno por miedo a que fuera a mas y pensando que lo que venía ahora era de traca, pues teníamos que afrontar la subida a Gratallops de 3km con porcentajes del 22% en algunos tramos, en donde las pulsaciones se disparan y ves a muchos corredores como van haciendo zig zags por la carretera, incluso alguno llegó a poner el pie en el suelo!!!!. Conocedores de la subida que me esperaba, allí estaba el trío esperándome para darme apoyo, la verdad es que después del esfuerzo se agradece el apoyo de los tuyos.

Esta parte del recorrido te deja "tieso" para el resto del recorrido, pero aún faltaba el último puerto del día, que después de pasar por Falset, encaramos la subida a Collroig, un puerto de 6km que después de todo lo anterior se hace largo, muy largo. Fue aquí en donde me junté con Xavi (una grandísima persona), con el cual ya no nos separaríamos hasta llegar a meta.

Con Xavi

Después de coronar el último puerto, ya todo era bajada hasta Montroig y después era cuestión de rodar en los únicos km en plano hasta Salou, pero entonces fue el viento el que empezó a molestar para hacer un poquito mas duros si cabe estos últimos 30km antes de llegar a la transición, y la verdad es que se hicieron largos y pesados, aunque la escolta de un policía durante varios kilómetros me hizo sentir importante, jajajaja.

El subidón de moral al llegar a Salou fue enorme, después de mas de 7h en bici, casi 9h de competición con lluvia, viento, calor y humedad por fin llegaba al Paseo Jaume I repleto de gente en donde una buena tropa me esperaba enfundados en camisetas para la ocasión para darme todo su apoyo, fue uno de los momentos mas emocionantes, había terminado el segundo segmento de un IRONMAN, había acabado un sector durísimo de 180km, y seguía disfrutando como un niño, quería saborear cada momento mientras pudiera ya que sabía que tarde o temprano el cansancio y el sufrimiento llamaría a la puerta para darme con el mazo e intentar dejarme KO.

Entraba en BOXES con una sonrisa y dejaba mi BIKE (LA BECHIA BIANCHI), que no me dio ningún problema y en parte gracias a las manos de FRANCESC que me la dejo lista y preparada.
Cogía la bolsa con el material para la maratón y me cambiaba de calcetines (tenia los pies totalmente agrietados por la calor y la humedad) y me calzaba las ZAPAS, la visera y las gafas para empezar con los 42,195km de RUN bajo un sol abrasador que hacía presagiar que esto se iba a hacer largo, muuuuuuy largo.

Comenzando la maratón (aun sonreia)

RUN: Nada mas salir de boxes e iniciar la carrera a pie se une a mi Xavi, con el que ponemos un ritmo de crucero, sin pensar en lo que nos queda por delante, solo pensando en pequeños objetivos, cada avituallamiento era uno, y así hasta los 16 que había durante toda la maratón.
Primera vuelta y nos sorprende a los dos lo enteros que vamos, no andamos en ningún momento, sólo paramos en los avituallamientos en donde nos hidratamos y nos tiran agua por encima para bajar el calor corporal, un tema fundamental para poder afrontar con garantías el objetivo de acabar. Y se produce el primer paso por la línea de meta, pero no miramos, es como la copa que no se toca porque da mala suerte. Y allí estaban toda la tropa, y a la que en cada vuelta se unió mas gente, y todos con camisetas de apoyo para la ocasión (patrocinadas por www.somosviajeros.com), creo que puedo sentirme orgulloso pues creo que con diferencia fui el triatleta con mas supporters, en esto si que gane por goleada!!!!! Pero sobretodo estaban mi hija Berta y mi mujer, a las que di un abrazo y un beso para continuar con la moral por lo cielos. (Mi mujer tenía plena confianza en que acabaría, lo único que le preocupaba es que no sabía si acabaría en el Hospital pues sabía que aunque me encontrara en las últimas, sabe que soy cabezón e intentaría acabar como fuese).

Y después de seguirme desde las 06:30h de la mañana y durante las mas de 7h de bicicleta, allí estaban Benito, Sergio y Carlos, repartidos por todo el circuito para darme apoyo, a los que también se unió Manolo, con problemas en la espalda, pero allí estaba. Me decían, que mi hermano mayor, de viaje en los Alpes, no paraba de llamar para interesarse por mí. Y Daniiii!!!! que grande, también apareció por allí con su prometida desde el Ironcat.

En un avituallamiento

Empezábamos la segunda vuelta y aún manteníamos un ritmo vivo marcándonos como objetivo cada avituallamiento, yo sólo pensaba que iba a beber o comer en el próximo, era mi particular premio, era como una bomba de oxígeno para encarar la carrera hasta el siguiente objetivo, pasando por el paseo y recibiendo el apoyo de toda la tropa.

La verdad es que el tramo dirección a La Pineda, se hacia duro, muy duro, es donde mas pegaba el sol y además era de subida por lo que daba la sensación que era interminable, es donde veíamos muchos "cadáveres" de triatletas andando y tumbados en el suelo, intentando recuperarse, las caras lo decían todo. También veía, como otros ya estaban encarando la última vuelta y pensaba como me sentiría yo si llegaba yo a la última.

Habíamos llegado a la media maratón sin parar, e iniciábamos la tercera vuelta con mucha moral pero con las fuerzas ya muy al límite, ya no sabía que beber ni que comer en los avituallamientos, no me entraba nada, tenía el estómago fatal, pero tenia que seguir bebiendo, no podía dejar de hidratarme, y cada vez las paradas en los avituallamientos eran mas largas, y cada vez me tiraba mas agua por encima, la humedad y el bochorno eran insoportables. Me empezaban a doler las piernas, y sólo me preocupaba que no tuviese ninguna lesión que me impidiese correr, yo sabía que por cabeza llegaría, pero las sensaciones cada vez eran mas malas y el estomago definitivamente estaba de fiesta. No obstante, cuando pasaba por delante de mi mujer y mi hija intentaba sonreír para que no se preocupasen, pues simplemente era cansancio acumulado.

Y así iniciamos la cuarta vuelta, nos entregaron la pulsera amarilla que indicaba que era la última vuelta y eso me dio fuerzas para encararla con moral e ilusión. Desde el momento que nos pusieron la pulsera identificativa toda la gente que estaba presenciando el Triatlón, incluso los turistas, sabían que esa era mi última vuelta, por lo que continuamente sus gritos se convirtieron en felicitaciones, y esa fue la tónica de todo el público durante toda la última vuelta. Estaba encarando los últimos kilómetros de la maratón y no había parado de correr en todo el rato, ese era un objetivo que me había marcado y lo quería conseguir.

Era la vuelta de las despedidas, cada vez que pasaba por un avituallamiento me despedía de ellos, pues se comportaron estupendamente con nosotros dándonos todo su apoyo y ayudándonos en todo, gracias a ellos todo fue un poquito mas fácil.

Sabía cuando llegué al último avituallamiento que ya estaba hecho, que sólo quedaban 2km con un terreno muy favorable y que esos 2km los iba a disfrutar metro a metro. Sólo pensaba en ver a mi hija, cogerla y entrar con ella en brazos, en darle un beso a mi mujer y darle las gracias porque sin ella no habría sido posible, pues ella también ha tenido que sacrificarse para que yo pudiera entrenar y llegar hasta aquí.

Ya veo la meta, ya veo a mi hija, ya veo a mi mujer, veo toda la tropa animándome como unos animales, no me lo puedo creer, voy a acabar un IRONMAN, detrás he dejado 3,8km nadando, 180km en bicicleta y estaba apunto de acabar la maratón de 42,195km, había empezado a las 06:30h de la mañana y eran casi las 20:30h de la noche...

Ya está, cojo en brazos a mi niña que me da un beso la jodida, y entro con todos mis sobrinos en la alfombra amarilla que me llevará a cruzar la ansiada línea de meta, y es cuando empiezo a llorar desconsoladamente y por fin cruzo la meta, me arrodillo y abrazo a mi hija, soy FINISHER DE UN IRONMAN!!!!!!!!!



Entrando a meta con Berta en brazos y mis sobrinos

La ansiada medalla finisher